Los sueños de Mayo del 68 son algo diferentes a los deseos de los jóvenes de esta década. Los siguientes colectivos tienen sus….
Grupo de Resistencia Antifascista

Existe en Manizales desde un año y medio, tiene 12 integrantes. Omar Pacheco Hurtado sostiene que el grupo busca crear escenarios políticos que generen en la comunidad la autonomía de organizarse; además, exige una educación pública, gratuita, democrática y autónoma; y que los trabajadores tengan trabajos dignos.
Víctor Cano Parra añade que también lucha contra las formas de opresión ligadas a lo económico; y desde lo político piensa que las personas deben sentirse responsables de las cosas que exigen y de las personas que eligen.
Protesta a través de marchas, con consignas como: “No estamos aquí para resistir, sino para vencer”; mitines en espacios universitarios; y en las escuelas de formación, con cine foros, para tener claro lo que se debe exigir.
Es una organización horizontal e interdisciplinar (hay antropólogos, filósofos, sociólogos, trabajadores sociales). Con la Fundación Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano tienen un proyecto de servicio social para la paz en colegios públicos.
Víctor narra que organizaron una fiesta para conmemorar el Día del Trabajo, apoyada por sindicatos, partidos de izquierda y algunos académicos, pero apareció la Policía y exigió algunos permisos. Aunque no hubo agresión, la fiesta se acabó.
Huellas de Vida
Esta fundación de la comuna Ciudadela del Norte surgió, según Andrés Felipe Marín, cuando un grupo de amigos de El Solferino se preguntaron por qué en su barrio se mataban y drogaban los jóvenes. Huellas exige que la muerte no sea normal, que la sociedad entienda el significado de la alta mortalidad en los barrios populares. Marín afirma que las muertes son provocadas por la ausencia de trabajo, la falta de oferta cultural y deportiva, y por la incapacidad del Estado que no ha permitido a los jóvenes construirse como sujetos.
Realizan protestas políticas, pero aclara: “Nosotros no somos ni de derecha ni de izquierda, somos humanos”. Ellos marchan y protestan, con máscaras y banderas, para acabar con la violencia estructural, entendida desde las políticas del Estado; la violencia simbólica, desde el lenguaje que discrimina a los jóvenes; y la violencia directa.
Huellas exige que la educación pública sea más exequible a personas de estratos 1, 2 y 3. Señala Marín que la educación se quedó en sacar títulos profesionales pero no en formar para el bienestar de una sociedad luchadora.
Recuerda que en el 2013 varias familias levantaron casas en un terreno prohibido. La comunidad ayudó, y nació el término “la Solferidad”. Lograron que 20 familias quedaran con viviendas.
Todos Somos Río Blanco
Catalina Bohórquez Carvajal y otros 20 jóvenes de las universidades de Caldas, Manizales, Nacional y trabajadores integran esta convergencia ciudadana que se opone al desarrollo urbanístico en zonas aledañas a la reserva Río Blanco (se refiere al proyecto Tierra Viva).
De Río Blanco, declarada reserva en 1991, sale el 35% del agua de Manizales. Es una de las reservas más grande de Caldas, e importantes en el mundo, pero según ella ha sido poco estudiada y tiene grandes amenazas, como la deforestación y el proceso de urbanización.
Realizan marchas, resistencias jurídicas, plantones y charlas con la comunidad para que conozcan por qué protestan. En las marchas gritan: “Sí a la vida, no al negocio Tierra Viva” o “El dinero es de unos pocos, el agua es de todos”. Lo que más le gustó de la primera marcha que hicieron “fue la cantidad de gente que se unió y que desconocía la reserva, a pesar de que vive allá”.
Subversión Marica
Desde el 2013 el colectivo Subversión Marica confronta a la sociedad, a las iglesias, a los medios de comunicación. Paula Cárdenas Barrera dice: “Gritamos para hacernos sentir, porque las lesbianas, maricas, trans, feministas existimos, y le apostamos a una sociedad mejor, porque nadie nos puede violentar, porque agenciamos el cambio, porque no somos ciudadanos de segunda, porque queremos acabar con las lógicas hegemónicas de ricos y pobres, de mujer sumisa y hombre poderoso, de asesinatos selectivos, de modelos económicos depredadores”.
Protesta a través de marchas, de la “Puta Batucada Sorora Matancera”, especie de escuela de formación performántica que trabaja con música en vivo y puestas en escena. También realizan trabajos comunitarios, talleres de formación para ellos mismos y participan activamente en la Marcha del Día del Orgullo Gay (28 de junio) y en la Marcha de las Putas.
Paula rescata lo reconfortante que es luchar al lado de sus amigos, lo bien que se siente hacer parte del cambio, soñar junto a todo un pueblo que se edifica y evoluciona.
Muchas de estas comunidades de resistencia surgieron por Mayo del 68. La resistencia “es la única forma de conseguir algo”, dice Andrés Felipe Marín.